Vecinos de la localidad Briones se manifestaron para solicitar mayor seguridad debido al incremento de delitos

ESTATAL
Encapuchados y armados entran a las casas de las familias en la zona conocida como “Briones”, ubicada en los límites de los municipios de Coatepec y San Andrés Tlalnelhuayocan.
Por eso, las familias asentadas en este lugar, se manifestaron en contra de la inseguridad que impera y comenzó a crecer al grado de agredir y secuestrar a los habitantes de estas unidades habitacionales.
Aseguraron que los delincuentes llegan desde las montañas y de manera violenta irrumpen la tranquilidad de sus hogares y amordazan a los niños, mientras que a los papás los encañonan con armas largas para obligarlos a entregar sus pertenencias.
Acusaron que en los últimos años han sido víctimas de cerca de 400 robos a casa habitación, asaltos e intento de secuestro, por lo que exigen a las autoridades de seguridad pública, se incrementen las medidas de prevención, ya que en las últimas semanas han sido víctimas de hechos delictivos.
La protesta se realizó en la carretera antigua a Coatepec, conocida como Briones, en donde los vecinos, explicaron que esta problemática se ha presentado en lugares como La Pitaya, Potreros de Briones, Camino de Toche, la carretera a Rancho Viejo, Consolapa y la colonia Mariano Escobedo hasta el municipio de San Andrés Tlalnelhuayocan.
«Es un clima de inseguridad en donde bandas delincuenciales están cada vez más organizadas, entran a las casas, roban, asaltan en los caminos, asaltan a los ciclistas y esto cada vez está escalando más violencia de estas personas», señalaron.
Los vecinos se dijeron preocupados porque esta situación cada vez avanza más y las autoridades estatales no están actuando, esto a pesar que si ven en las calles a elementos del Ejército y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) patrullando en la zona.
Una de las vecinas explicó que han sido víctimas de asaltos, intento de secuestros, delitos que se presentan cada vez con más frecuencia.
Otro de los afectados mencionó que uno de los episodios de violencia que vivieron fue el asalto en una casa habitación en donde toda la familia fue retenida a la fuerza para que los delincuentes se llevaran sus pertenencias.
Aseguran que esta situación lleva más de 10 años, en donde se han registrado más de 400 robos y asaltos: «la gente está harta y cansada», de los cuales han interpuesto 67 denuncias pero que desafortunadamente solamente dos han sido procesados.
«La impunidad ha campeado esta zona y por eso las bandas han crecido y se sienten dueños de nosotros, de nuestro patrimonio y de nuestras vidas», agregaron.
Aseguran que no existe un lugar en donde no hayan entrado a robar, en donde incluso el Inecol ha sido víctima de hechos ilícitos.
Finalmente explicaron que las autoridades de SSP respondieron a esta protesta con la colocación de retenes en varios puntos estratégicos, quienes atenderán los sitios en donde son considerados focos rojos.
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