Noticias de Veracuz

– ¿45 años de informar?

Por Carlos Lucio Acosta

VERACRUZ (EUM).- Todo tiene un origen, nada es producto de la casualidad.

La primera versión fue aportada por el maestro Luciano Constantino Ramírez, siendo director del diario El Universal de Veracruz; la segunda, por el periodista Horacio Aude Zebadúa, entonces director del diario El Mañana, de Nuevo Laredo, Tamaulipas y la tercera por el columnista Bartolomé Padilla y Zepeda, director del periódico Consenso.

Las tres vertientes informativas encajaban a la perfección como para dudar de la veracidad de las fuentes vivas.

El nacimiento del vespertino no llegó a vender el descubrimiento del refresco de cola, la invención del lápiz o la fórmula del chicle endulzado.

En menos de lo que canta un gallo de palenque ganó mercado y dejó atrás a la competencia con la nada novedosa aplicación de no ocultar o minimizar noticias.

Dio al público lo que deseaba leer y suprimió las preferencias periodísticas del editor.

Su origen fue motivado por lamentable incidente sentimental que enlutó a la conservadora por un lado y liberal por el otro, sociedad porteña.

Cuentan los referentes periodísticos – dos muertos y uno vivito y coleando – que la hija de conocido empresario vinatero, mantenía relaciones con el hijo de respetable industrial periodístico.

Todo iba más o menos bien hasta que un día el prometido rebasó la dosis de ciertos medicamentos de origen mineral, animal y vegetal, que estimulan, deprimen e insensibilizan y, después de asesinar a la novia, la sepulta en cierto lugar conocido por el nombre de la Isla del Amor.

Las familias, más la de la novia que la del novio, movilizaron relaciones políticas, económicas, sociales, culturales, religiosas, científicas y tecnológicas, para conocer el paradero de la que aseguran era una bella adolescente.

El hecho consumado, el inicio y el avance de las investigaciones policiacas y también privadas, jamás trascendieron a la opinión pública.

Ninguno de los medios de comunicación de ese entonces, divulgó una sola línea sobre el condenable asesinato.

Una llamada anónima, después de segundos, minutos, horas, días, semanas y tal vez meses de búsqueda, ubicó el cadáver y puso en claro los por qué, quien, cómo, a donde, cuándo y por qué, del hecho que convulsionaron a las altas esferas industriales, empresariales y comerciales del puerto.

Sólo un medio de comunicación, de los impresos y electrónicos existentes hasta ese momento, dio seguimiento al caso

hasta localizar al autor intelectual y material.

Los demás guardaron la más sana distancia entre el silencio cómplice y la denuncia periodística.

Hace 45 años quedó marcado el rumbo del diario matutino Notiver, la noticia en el momento que sucede, bajo la dirección general de don Alfonso Salces Fernández.

La concordancia entre lo que se observa, oye, piensa, dice y hace, sigue vigente.

Si veinte años no es nada, como escribe Carlos Gardel en su tango volver, 45 es una vida, casi medio siglo de informar si sumamos aquellos episodios en los cuales Notiver se transmitía por conocida radiodifusora porteña y el director también era corresponsal

del noticiero “24 Horas” con el periodista Jacobo Zabludovsky Kraveski.

Si, 45 años de informar y de formar opinión pública sobre lo que sucede a lo largo y ancho no solo del estado, sino del país y también del continente.

Y esto no lo hace la suerte, sino el trabajo fecundo y creador.

Larga vida a Notiver.

Sólo para tus ojos . . .

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