Columna 33 – La Relación Prensa-Estado – ¿Diálogo de Andrés Manuel?

OPINION

Por Carlos Lucio Acosta

VERACRUZ (EUM).- El presidente José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco, definió con amplia transparencia la relación del poder político con la prensa privada.

“Yo no pago para que me paguen”, dijo en alusión a críticas a su gobierno del semanario Proceso, aquel siete de junio de 1982, en la celebración del Día de la Libertad de Prensa.

No solo oficinas del gobierno federal y de ciertos estados, sino también municipios económicamente poderosos, retiraron publicidad de las páginas de la revista entonces dirigida por el periodista y escritor Julio Scherer García.

Temerosos de que el ejercicio de la presunta libertad y soberanía enojara al jefe del ejecutivo federal, orientaron su propaganda a publicaciones impresas y electrónicas plenamente identificadas con el régimen en turno.

Sin embargo, algo quedó en el tintero.

No solo el gobierno de López Portillo y Pacheco, pagó porque no se le cuestionaran los arrebatos administrativos y desvíos de recursos financieros, sino también los partidos políticos, sindicatos y asociaciones civiles, apoyadas con dinero procedente del erario público.

Las instituciones políticas, económicas y sociales públicas y privadas, pagan para que se les pegue, se les adule, magnifique o reduzca a su mínima expresión, las fallas cometidas en forma más deliberada que accidental.

La relación del poder presidencial, estatal o municipal con los medios de comunicación, siempre ha sido en lo oscurito, bajo la tibieza de las sábanas de la complicidad o sobre las reglas establecidas por la corrupción del régimen en turno.

Andrés Manuel López Obrador dio señales de lo que sería su mandato en materia de comunicación social con empresarios y trabajadores de medios convencionales e independientes.

“El agradecimiento a las benditas redes sociales…”, en referencia a la principal red informativa más vista por la juventud mexicana y la cual influyó poderosamente en la inclinación del voto a su favor, de acuerdo a encuestas elaboradas por despachos privados especializados en el tema (1-julio-2017).

El segundo mandamiento configura la frase “me va a cuidar la gente, el pueblo, y me van a cuidar ustedes…(dirigiendo a representantes de prensa)”.

Este aviso quedó marcado cuando después de sostener plática privada con el todavía presidente Enrique Peña Nieto, anunciara que no aceptaría la protección del Estado Mayo Presidencial (EMP) (3-julio-2018).

El entonces candidato electo a la presidencia de la república para el periodo del 2018 al 2024, abrió etapa de acercamiento con la comunidad informativa de medios impresos, radiales, televisivos y de internet.

Hizo a un lado los posibles rencores y resentimientos construídos en base a la propaganda negra enderezada en su contra por los aparatos publicitarios de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de Acción Nacional (PAN), uno que otro representante de cámaras empresariales, algunas asociaciones religiosas extremistas y agrupaciones conservadoras.

En el informe de gobierno sobre los primeros cien días destacó la relación edificada con la prensa no solo de la Ciudad de

México, sino en cada una de las diferentes entidades federativas y municipios del país.

“No tenemos problemas con medios de información, es buena la relación con todos; hay diferencias, pero son propias de un sistema político democrático. Si se tratara de una dictadura entonces, o habría mucha confrontación o mucho silencio”.

El mandatario habló de “…mantener un diálogo circular…” con propietarios y trabajadores al servicio de la comunicación privada para ampliar la difusión de los avances tenidos en beneficio de la cada vez más exigente sociedad del país (11-marzo-2019).

Pero no todo es armonía, solidaridad, cooperación, concordia, tolerancia y humanismo en el pensamiento y en el discurso de don Manuel López Obrador.

En el estudio denominado “Democracia, libertad de expresión y esfera digital. Análisis de tendencia y topología en twitter”,

Se habla sobre estrategias de ataque en redes sociales contra periodistas y medios de comunicación masiva, críticos al gobierno del presidente.

Realizado por el Laboratorio de Investigaciones de la Universidad Jesuíta de Guadalajara, Jalisco, Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) denuncia la existencia de cuentas generadoras de contenidos como bots, semibots y tolls, conformados por una red coordinada en twitter.

Esta institución privada forma parte del Sistema Universitario Jesuíta (SUJ), integrado por ocho universidades en el interior del país, analizó 16 mil 131 tweets, de los cuales 9 mil 420 son cuentas, agrupadas en 156 comunidades pertenecientes al Hastag #Chayoteros y en el caso de #PrensaFifí, detectaron 3 mil 220 cuentas y 6 mil 184 agrupadas en 177 comunidades.

El jefe del ejecutivo federal rechazó por completo la versión del estudio elaborado por una de las congregaciones más prestigiadas y poderosas de la iglesia católica.

¿Fue honesta la negativa de López Obador? ¿tendencioso el estudio de los jesuitas? Tal vez, si. Tal vez, no. Tal vez quien sabe.

Sin embargo, el director general de Comunicación Social de presidencia de la república, Jesús Ramírez Cuevas, reveló que el

exmandatario Enrique Peña Nieto destinó partida presupuestal superior a los 60 millones de pesos para financiar a 25 de los principales periodistas radicados en la Ciudad de México a cambio de elogiar las actividades políticas, económicas y sociales de la presidencia o minimizar fallas técnicas o administrativas.

Lo anterior quedó expuesto durante ponencia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El imaginario colectivo supone que el texto leído por el colaborador presidencial tenía el visto bueno de López Obrador, ¿Un aviso? ¿amenaza? ¿cambio en la línea política de comunicación social? ¿terminó el respeto y el diálogo? ¿esfumó la humildad? ¿fuera caretas? ¿la democracia enfermó? ¿realmente existe buena relación con trabajadores y medios de comunicación?

Pero esto no es todo.

El quince de marzo amanecimos con una sorpresa altamente preocupante.

El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar advirtió a jueces y funcionarios al servicio del Poder Judicial de la Federación (PJF) que el que sea sorprendido con críticas al presidente será sujeto a procedimientos administrativos de responsabilidad.

Esta apretadita de tuercas, desde el punto que se analice, es abierto atentado a la libertad de pensamiento y seria amenaza al ejercicio de la independencia de expresión (Reforma, primera plana).

Siete días después, la senadora Eva Eugenia Galaz Caletti, secretaria de la Comisión de Federalismo y Desarrollo Municipal, calificó a periodistas de “retrasados mentales” por cuestionar al senador Santana Armando Guadiana Tijerina, sobre posible contrato para la venta de 360 toneladas de carbón a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) importado de Colombia.

¿Qué pasa en el equipo de trabajo de López Obrador? ¿del respeto a la agresión verbal? ¿coartar el acceso a la información pública? ¿qué sucede con el pensamiento del hombre de la Cuarta Transformación? ¿mensaje cifrado para la concurrencia periodística?

¿cambio de rumbo en solo cuatro meses? ¿y las promesas de campaña? Es el principio de algo, ¿todavía no bien definido?

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Sólo para tus ojos . . .

¿Hasta qué punto será cierto que el jefe del ejecutivo federal ordenó investigación sobre el comportamiento de colaboradores en cargos de elección popular y también a los de responsabilidad administrativa?

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